La exposición diaria al sol, partículas en el aire, la contaminación y diversos factores del día a día, en tólada la forma en que funciona nuestra piel. Si bien es el órgano especializado en protegernos del exterior, necesita que le ayudemos a respirar y realizar la regeneración celular que tanto necesita.
Lavar nuestra piel, sobre todo de nuestro rostro, todos los días, por la mañana al despertar y por la noche antes de dormir, ayuda a eliminar esas impurezas que se pueden hacer por no oxigenarse he el proceso de regeneración celular para ser fuerte y joven.